El pasado mes de agosto, tuvimos la oportunidad de sumergirnos en la experiencia de conocer el sistema educativo Finlandés.

Experiencia que hemos vivido Amparo Navarro y Yo (Inma Milla) nos ha ayudado a reflexionar sobre la educación en general y sobre nuestro sistema educativo. En nuestra estancia allí, recibimos formación sobre su sistema educativo, visitamos centros de diferentes etapas educativas y conocimos su cultura y entorno con la finalidad de comprender las claves de este sistema tan admirado por todos.

Enfoque integral basado en la igualdad, la confianza en los docentes, la priorización del bienestar y desarrollo de los alumnos y alumnas sobre la competencia académica, la combinación de elementos culturales, políticos y sociales, conforman un sistema que hacen que tenga su éxito.

La educación infantil y preescolar se desarrolla en un entorno natural para los niños y niñas. Es considerada una parte importante de la educación formal y se enfoca en el juego, la exploración y el aprendizaje activo. Los niños y niñas tienen la oportunidad de participar en actividades creativas, juegos al aire libre y proyectos de aprendizaje basados en sus intereses. La lectura y la escritura no es una prioridad en esta etapa, los niños y niñas participan en actividades que fomentan el desarrollo del lenguaje y la expresión creativa, pero no se espera que lo dominen ya que es un proceso gradual que aprenderán cuando estén listos y motivados para hacerlo.

La atención se centra en crear un ambiente de aprendizaje positivo y apoyar el desarrollo general de los niños y niñas, preparándolos para un inicio exitoso en la educación primaria, en la que el énfasis recae en la educación para la vida. Se fomenta el aprendizaje basado en problemas, en el que abordan situaciones del mundo real, promoviendo la resolución de problemas y el pensamiento crítico. Se prioriza el aprendizaje activo y práctico, con énfasis en la aplicación de conocimientos en situaciones concretas.

La transición a secundaria, de los 13 hasta los 15 años, se construye sobre la idea de un aprendizaje coherente y progresivo que prepara a los estudiantes no solo para el éxito académico, sino también para enfrentar los desafíos del mundo en constante cambio. La transición se enfoca en fortalecer las habilidades y actitudes esenciales para la vida y la ciudadanía activa.

Su jornada escolar es más corta que la nuestra y no por ello se disminuye el nivel de conocimientos adquiridos, tan temido en nuestro sistema educativo, sino más bien al contrario, les permite una mayor eficiencia y calidad en la enseñanza.

La participación de las familias es uno de sus puntos fuertes. Se basa en un enfoque de colaboración, reconociendo el papel esencial que juegan los padres y madres en el desarrollo educativo y emocional de sus hijos e hijas. La idea subyacente es que la educación es un esfuerzo compartido entre la escuela y la familia para apoyar el crecimiento integral de los niños y niñas. Se fomenta una comunicación abierta y continua entre los docentes y las familias, se les involucra en discusiones sobre el enfoque educativo, actividades de aprendizaje y desarrollo de habilidades. En definitiva, su perspectiva y opiniones son consideradas valiosas para mejorar la calidad de la educación.

El bienestar del alumnado es una prioridad. Se valora el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, y se busca proporcionar un ambiente en el que cada uno tenga la oportunidad de crecer como persona.

Definir las claves del éxito dels sistema educativo finlandés resulta difícil ya que hay muchos factores que influyen, pero podríamos destacar los siguientes:

• Enfoque en el bienestar de los estudiantes: El juego, la actividad física y la atención a la salud mental son componentes esenciales del sistema. Las jornadas escolares son más cortas que en muchos otros países, lo que les permite tener un equilibrio entre la escuela y la vida personal.
• Enfoque en el aprendizaje activo: Se fomenta el aprendizaje a través de la exploración, la experimentación y la resolución de problemas en lugar de la memorización.
• Evaluación basada en competencias: En lugar de pruebas estandarizadas, se promueve la evaluación continua y el desarrollo de habilidades.
• Participación de los padres: Se fomenta la participación activa de los padres en la educación de sus hijos e hijas, lo que contribuye a un fuerte apoyo en el hogar para el aprendizaje.
• Educación de calidad para los docentes: La formación es rigurosa y continua, y la profesión docente es altamente respetada y valorada en la sociedad finlandesa.
• Inversión en recursos educativos: Se invierte en recursos educativos de alta calidad.
• Continua investigación y desarrollo: Evalúan y mejoran constantemente su sistema educativo a través de investigaciones y reformas basadas en evidencias.

De esta experiencia surge la necesidad como equipos de la red de centros educativos de la Consolación, de reflexionar sobre el camino que en este sentido ya hemos andado y lo que nos queda por avanzar.

Hagamos todo lo posible para que aquello que está en nuestras manos suponga un cambio significativo en nuestros centros. La educación en valores evangélicos que ofrecemos a nuestro alumnado, las metodologías activas, la atención personalizada a familias y alumnado, la formación del profesorado… han de continuar siendo nuestra seña de identidad. Pongamos a nuestro alumnado en el centro tal y como se refleja en el Carácter Propio de nuestros centros y en las intuiciones de Mª Rosa Molas.

Sigamos afrontando con entusiasmo este apasionante reto de educar a nuestros niños y jóvenes, preparándolos para que puedan ser agentes de transformación en un mundo en constante cambio.

Inma Milla. Profesora del Colegio de Alcora